Si tienes molestias en las caderas al caminar, subir escaleras o simplemente al levantarnos de una silla, y esto hace que tu día a día se haga una larga caminata cuesta arriba (puff, esto también duele), siento decirte que posiblemente tienes una “TROCANTERITIS”.
Te explicaré cómo tratar y prevenir de la manera más efectiva éste problema osteomuscular de las caderas tan común y mal llamada “TROCANTERITIS” que tanto nos limita y que tan fastidiosa es de curar.
Espero poder ayudarte en las próximas líneas. Comencemos!!!
¿Qué es la Trocanteritis?
Cuando hablamos de trocanteritis en realidad nos referimos a un conjunto de enfermedades de diversas causas que nos dan dolor y molestias alrededor de la zona del trocánter mayor del fémur.
Es como ponerle el título a un libro, pero donde tenemos varios capítulos que lo conforman.
Alguna vez has oído sobre las famosas “cartucheras”. Bueno, allí se encuentran los trocánteres.
En esta zona transitan muchas estructuras musculares, tendinosas, óseas y de partes blandas (las bursas) que, entre ellas en casi cualquier movimiento generan muchas fuerzas de tensiones.
Si existe alguna causa, como veremos más adelante, que desequilibre este balance es cuando nos encontramos ante un trocanteritis.
Entonces sabiendo esto, la TROCANTERITIS es la inflamación de cualquiera de las estructuras que se encuentran o están de paso en la zona trocantérica, que genera dolor y limitación progresiva para algunos gestos en los laterales de las caderas.
Otros nombres...
Como dato interesante tienes saber que la trocanteritis tiene muchas deficiniones:
- Sindrome Doloroso del Trocánter Mayor (GTPS)
- Bursitis de Cadera
- Bursitis Trocantérea
- Sindrome de Fricción de la Banda Ileotibial Proximal
- Cadera en Resorte Externo.
¿Quienes sufren de Síndrome Doloroso del Trocánter Mayor?
Estas molestias tan comunes y mal tratadas se dan más en mujeres (75%) que en hombres (25%) por las características particulares de la morfología (caderas anchas) y los tejidos de cada uno.
Tiene una prevalencia entre el 12 y el 24% de incidencia en la población en general. Puede ser bilateral o afectar a uno de los lados –el derecho o el izquierdo– de la cadera.
Sobre todo en edades comprendidas entre los 40 y 60 años de edad. Nuestra edad de mayor actividad física, laboral y familiar.
Se pueden presentar en amas de casa y personas activas, exacerbándose en personas que realicen actividades deportivas y físicas de impacto y que supongan de una carga mayor en las caderas o repetitivas de apertura de las caderas.
También las personas con sobrepeso u obesas tienen mayor tasa de presentación de las molestias.
¿Cuánto dura la trocanteritis?
Esta es una pregunta muy común en quienes sufren de trocanteritis.
Y la verdad es que, depende.
Depende de la causa y el origen del dolor trocantérico.
Puede cursar entre 6 semanas hasta 1 año, si no se logra diagnosticar la enfermedad en sus inicios y se hace crónica la enfermedad.
Síntomas y Signos de la Bursitis trocantérica
Existen muchos síntomas que nos orientan hacia una trocanteritis.
Con sufrir dos o más de ellos , podemos decir que estamos ante un problema en el trocanter mayor.
- Dolor sordo en la cara lateral de las cadera a la presión con los dedos.
- Se puede sentir hormigueo e irradiar el dolor hacia la rodilla o zona lumbar.
- Dolor al acostarse sobre la cadera afectada.
- Dolor al subir o bajar escaleras o pendientes.
- Molestias al estar mucho tiempo de pie (Bipedestación)
- También durante el paso de estar sentados a levantarnos de sillas.
- Sensación de chasquido o resalte lateral en la cadera dolorosa.
- Cojera a veces no dolorosa después de una mínima actividad física.
¿Por qué duelen las caderas?
Para poder entender el concepto de por qué nos duelen los trocánteres, tenemos que pensar en las caderas como una maquina.
La biomecánica es el área de la ciencia que estudia los movimientos y la cinética del cuerpo humano.
Entonces, imagina todas las fuerzas físicas y tensiones mecánicas que se deben realizar a nivel de las caderas para poder distribuir la carga de nuestro peso y la gravedad, actuando de manera dinámica en todos los movimientos que conllevan -por ejemplo- la simple marcha.
Si a esto le sumamos sobrecarga por estres, actividad física u obesidad, te podrás imaginar.
Es un concepto bastante amplio que te lo explicaré en otro post.
Causas y Origen de la Bursitis de Cadera
- La morfología ósea de nuestras caderas (pelvis y acetábulo)
- Desbalances lumbares y pélvicos
- Patologías Inflamatórias Locales (Bursas y tendones)
- Aumento de las tensiones entre los músculos y el trocánter en las caderas
- Lesiones estructurales de los tendones, como ruturas o desgarros
- Problemas metabólicos, vasculares, nutricionales y endocrinos
- Origen Fibromiálgico
Son tantas la causas que por eso es tan importante hacer énfasis en individualizar a cada paciente.
Cada paciente tiene un tratamiento distinto.
Diagnóstico
Es eminentemente clínico en 90% de los casos.
Esto quiere decir, que se basa casi en su totalidad una buena historia clínica y en la exploración física por parte de un médico especialista en caderas.
Mediante la realización de maniobras y pruebas especiales para saber si se trata sólo de un problema de partes blandas (bursas trocantéricas) o de problemas tendinosos o biomecánicos.
- Primero, comenzamos con la exploración de la cadera. Forma, características, rangos de movilidad, dismetrías, etc.
- Luego, evaluamos la zona del trocánter mayor mediante la palpación, en búsqueda de puntos dolorosos activos.
- A continuación, valoramos la fuerza muscular activa y pasiva de los músculos más importantes de la región, como lo son, el glúteo medio, fascia lata, piramidal o pisiforme, y el resto de la musculatura pelvitrocantérica.
Buscando deficit en alguno de ellos, descartando patología estructural. Maniobras de Ossendorf y Ober.
- Y por último, pruebas dinámicas funcionales durante la marcha y bipedestación para evaluar el eje biomecánico de las caderas. Signo de Trendelenburg.
Pruebas Complementarias del dolor trocantérico
Es importante entender cuál es la causa del problema para poder enfocar el tratamiento más adecuado e individualizado.
Analíticas de sangre
Determinar parámetros metabólicos y posibles deficits vitamínicos, protéicos y aminoácidos.
Radiologías
Evaluar la morfología ósea y posibles desbalances.
Ultrasonidos
La ecografía es un pilar importante para el diagnóstico por imágenes de la trocanterítis con una alta especificidad, permitiendo la evaluación dinámica en tiempo real.
Resonancias Magnéticas
Se usa para descartar lesiones o rupturas tendinosas de los principales músculos pelvitrocantéricos.
Pruebas Funcionales
Donde analizamos el trabajo biomecánico de las caderas. Estudios de la marcha aportan un valor importante.
Test de Provocación
Con el uso de infiltraciones ecoguiadas podemos diferenciar entre las múltiples causas de la trocanteritis.
Tratamiento
El mejor tratamiento es el de las causas no el de las consecuencias, por ello:
Terapia Nutricional
Con una buena suplementación y alimentación adecuada podemos restituir los valores normales en desequilibrios vitamínicos y protéicos.
Crioterapia o terapia de Frío
Tratamiento con frío local sumado a una compresión dinámica permite recuperarnos más rápidamente. Pasado la fase aguda podemos alternar con calor suave
Fisioterápia y Rehabilitación
Mediante técnicas físicas podemos mejorar la inflación y ganar masa muscular para rebalancear las caderas.
Terapia de Rebalance Biomecánico
Estudios de la marcha y de podología tienen un gran peso en este punto.
Terapia Analgésica Local o Sistémica
Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y corticoides locales guiados.
Tratamiento Biológico
Se trata en la infiltración de Factores de Crecimiento Biológicos autólogos para generar tanto desinflamación como cicatrización de los tejidos y tendones rotos.
Magnetoterapia
Técnica antiinflamatoria y de regeneración celular no invasiva mediante el uso de ondas magnéticas seguras.
Ondas de Choque
Técnica donde se usan ondas ultrasónicas focales que restituyen la vascularización y regenera tejidos lesionados así como calcificaciones.
Quirúrgico
Existen varias técnicas: abiertas, endoscópicas o artroscópias de cadera mínimamente invasivas para la trocanteritis refractaria al tratamiento conservador. Así como para las lesiones tendinosas irreparables con altas tasas de mejoría.
Lo importante es saber cuándo hay que operar y quien es el paciente adecuado.
Recomendaciones y Ejercicios para la Trocanteritis
Al relacionarse con engrosamiento o estrechamiento del tendón de la musculatura glútea, se recomienda ejercicios de fortalecimiento progresivo. Siempre adaptado a las posibilidades y dolor del paciente.
En la fase aguda, lo más recomendable son los ejercicios isométricos, ya que tienen un efecto analgésico en el dolor tendinoso.
Tras esta fase, se irán incluyendo ejercicios de fortalecimiento anisométrico (concéntrico y excéntrico), con la finalidad de recuperar una correcta función muscular.
Ya en una última fase, los ejercicios de fuerza se combinarán con otro de control motor, de propiocepción (la capacidad de sentir la posición de partes corporales contiguas) en posiciones que se asemejen a gestos funcionales del paciente para conseguir la recuperación total.
Hasta cierto punto es bueno caminar con trocanteritis, pero es dependiendo de cada paciente.
Lo importante es saber qué hacer y qué no en la trocanteritis y esto es dependiente del grado de limitación de la persona.
Un buen ejercicio es la bicicleta estática donde tonificamos musculatura sin sobrecargar las estructuras y partes blandas.
Existen ejercicios prohibidos como la escalada. omontañismo que debemos evitar.
Aprender cómo dormir cuando estamos ante un dolor trocantérico es fundamental para evitar la cronicidad de la patología. Dormir con un cogín entre las piernas o debajo de las rodillas es la mejor forma.
En Conclusión...
En resumen y para finalizar, lo que queda claro es que el dolor localizado en la cara lateral del muslo puede tener su origen en diferentes estructuras y ser causa de baja laboral.
Es preciso realizar un diagnóstico adecuado para poder escoger el tratamiento adecuado. No todo vale para todo.
Y para ello, lo más importante es acudir a tu médico, que mediante la exploración y si es preciso alguna prueba como una ecografía llegará a un diagnóstico y establecerá la pauta de tratamiento y fisioterapia más adecuada.